Las personas se suelen preguntar por las señales que indican la necesidad de acudir a un psicólogo, hay algunas que son evidentes y otras que están más solapadas. Vamos a detallar algunas de ellas, que se reconocen con facilidad:

Llevas una temporada que sientes sensaciones desagradables.

Notas desánimo, tristeza, falta de apetito, síntomas físicos, alteraciones en el sueño.

2. Últimamente, bebes más, fumas más, abusas de sustancias. Crees que te ayuda a desconectar.
3. Te ha ocurrido algo importante, como pérdida del trabajo, jubilación, nacimiento de un hijo, etc. No tiene que por qué ser malo. Lo bueno también estresa.
4. Tienes la sensación de que estás más irritado de lo habitual, te molestan cosas que antes no te molestaban.
5. Notas que todo se te hace un mundo, que no te sientes capaz de hacer cosas que antes hacías sin problema.
6. No te apetece quedar con tus amistades, prefieres quedarte en casa, sin embargo, con anterioridad eso era para ti una fuente de satisfacción.
7. Tu infancia estuvo truncada por determinados acontecimientos. Una infancia mala te puede hacer más vulnerable en el futuro.
8. Tienes mucho estrés en el trabajo y te sientes muy sobrecargad@
9. Las personas que te rodean de dicen que últimamente no te ven bien, que estás más malhumorad@, apartad@, etc.
10. Tienes pensamientos desagradables que irrumpen en tu mente y te hacen sentirte mal.
11. Con anterioridad has tenido episodios de depresión o ansiedad, aunque no hayas acudido nunca a un profesional a pedir ayuda. Cuando has pasado un proceso de depresión y ansiedad aumenta la probabilidad de que vuelvas a tener otro.

Y para qué me va a servir la psicoterapia.

La psicoterapia es un proceso cuyo punto de partida se encuentra en el reconocimiento del problema. En ese mismo instante la persona ya ha avanzado en su proceso, es decir, si ya es consciente de la existencia de un problema, solo tiene que pensar en cómo va a solucionarlo. La psicoterapia te ofrece la posibilidad de obtener las respuestas que no se encuentran por otros caminos. Hay muchos aspectos de la vida que nos rodean a diario de los que no se es consciente, son como puntos oscuros de nosotros mismos. No los conocemos, no los vemos, no los pensamos y, sin embargo, hay sintomatología, me están afectando y yo no lo sé.

Es un camino de autodescubrimiento, que con ayuda del terapeuta se van desgranando todos los aspectos de tu vida que te pueden estar perturbando. De todos estos, en un porcentaje importante no habías ni imaginado el impacto que está teniendo en tu vida.

Muchos de los aspectos del presente tienen su origen en el pasado, en malas soluciones que has ido tomando a lo largo de la vida, partiendo de ese pasado. Y, por último, en conductas que, por otro lado, han servido como refuerzos de esas malas situaciones. Es decir, al final resulta que estás inmerso en una red conectada de la que cuesta mucho desenredarse.

El milagro aparece cuando surge la consciencia y el entendimiento, en el momento que empiezas a entender que es lo que te ocurre, por qué estás mal, por qué te cuesta tanto salir. Cuando llegas a este punto empiezas a volverte resolutiv@, proactiv@ y aparece el alivio y la tranquilidad.

Es un proceso que no es fácil y a veces tampoco rápido, ya que cada persona necesita su tiempo y tiene su momento. Hay personas que, aunque parezca increíble obtienen muchos beneficios de una mala situación y el cambio no trae cuenta. Por eso no se puede delimitar desde el principio la duración de una terapia. Este dato depende en gran medida de cada persona.